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Las 5 objeciones más comunes a la Economía Circular y Zero Waste en las cadenas de suministro

Uncategorized — 11.07.2022

Es evidente que las tendencias están cambiando: los consumidores buscan que las empresas tengan prácticas más sostenibles, los colaboradores cada vez más buscan empresas que estén alineados con sus valores personales y por otro los medios de comunicación nos bombardean con noticias sobre cambio climático o los efectos del creciente estrés hídrico a nivel generalizado en vastas regiones del mundo. A pesar que todo esto pone el foco de atención en la necesidad de más acción por parte de empresas y gobiernos pareciera que solo es ruido y pocas nueces o que las acciones son solo para medios y redes y no se traduce en medidas concretas en las empresas en su día a día, por eso comparto las 5 razones o justificaciones más frecuentes con las que me he topado:

1. No sabemos por dónde empezar.

Aunque esto es completamente normal pues la mayoría de los cambios generan incertidumbre y dudas sobre el posible desenlace, el desconocimiento o falta de experiencia reflejan más bien la necesidad de una visión y estrategia de Economía Circular y Zero Waste en su cadena de suministros con metas, objetivos e indicadores para medir el avance. Esto refleja claramente los resultados obtenidos de acuerdo con el más reciente estudio de Bain & Company en colaboración con el World Economic Forum los directivos reconocen la circularidad como un asunto estratégico aunque no concuerdan en cómo deben priorizarlo.Las empresas deben buscar referentes y guías – en otras empresas u organizaciones que ya hayan recorrido el camino y realizado cambios- ya sea a través de casos de estudio, estándares, certificaciones, programas voluntarios con organizaciones y gobiernos o alianzas con universidades o instituciones educativas y de investigación -como es el caso de Ellen Macarthur Foundation (EMF)- y poder entender mejor como andar por este camino.

2. Subirá los costos.

Esta aseveración es parcialmente cierta, sobre todo cuando el enfoque está solo en sustituir, ya sea algún material, consumible, empaque o producto por otro que sea más sostenible o “verde” sin analizar la cadena de suministro integralmente; es importante entender que la Economía Circular y Zero Waste buscan eliminar los residuos desde el diseño pues es visto como ineficiencia y mantener los materiales en su punto más valioso por el mayor tiempo posible.En otras palabras, el enfoque de las empresas debe abarcar la cadena de suministro integralmente: fabricantes, proveedores, distribuidores, transportistas, almacenes y clientes o consumidores y los procesos logísticos y de producción, las empresas de manufactura deben ir más allá del sourcing. Un claro ejemplo son los ahorros económicos el fabricante entrega un material y el empaque es reusado o cuando las cajas donde se transporta el material es utilizado en diferentes procesos.

Existen múltiples evidencias y casos de beneficios económicos por cambios en la cadena de suministro como la industria de la cerveza que puede reducir hasta en 20% los costos de empaque, procesamiento y distribución al cambiar a botellas de vidrio retornables, como muestra este reporte del WEF junto con EMF.

3. No hay proveedores o vendedores en mi región o país.

Es evidente que al ser una nueva tendencia los productos y servicios de los ecosistemas y las cadenas de suministro no están plenamente desarrolladas o maduras, existe oferta limitada y las empresas deben liderar estos cambios y para esto se debe tomar un enfoque Pareto o “creciente” con los productos y servicios y apostar a lo local: es decir, aquellos materiales que tienen mayor rotación y trabajar de la mano con proveedores, vendedores y clientes locales para encontrar las alternativas y beneficios económicos más alcanzables. Es importante entender que la cadena de suministro no se va a cambiar completamente de un mes a otro y se debe enfocar en los productos que más tráfico tienen y donde el beneficio económico sea más evidente.Importante mencionar que estos proyectos o iniciativas, al igual que cualquier otro, debe tener un análisis financiero sólido que respalde la movida para determinar los ahorros y el retorno de la inversión.

4. Requiere mucha inversión o solo las empresas grandes pueden hacerlo.

Si bien es claro que existe la tendencia del mercado a adoptar nuevas formas de producir y cambiar los procesos, muchas veces es visto como algo lejano o no relevante en el contexto regional y la legislación a nivel local es laxa o no se cuentan con incentivos fiscales que lo faciliten para empresas más pequeñas – como el caso de los paneles solares que aunque cada vez son más económicos, siguen teniendo barreras para su aprovechar su potencial en algunos países como México. Para lograr sortear esto, las empresas deben empezar con cambios en sus procesos de negocios, una vez que se logren afianzar estos beneficios positivos es más sencillo hacer la transición de los productos y finalmente del modelo de negocio, este enfoque reduce los montos de inversión y vuelve más fácil el proceso de transición.

Tener un claro control sobre las finanzas permite a las empresas tener claros sus costos operativos asociados a sus cadenas de suministros y seguir el dinero – follow the money- pues ahí encontrarán el potencial de ahorro y beneficios en los productos con mayor potencial beneficio y así tomar decisiones sobre aquellas medidas que requieran menores montos de inversión o que el payback sea más rápido o el retorno sea mayor.

5. Sí lo queremos hacer, pero más adelante.

Esta respuesta típicamente se presenta cuando una empresa adolece una clara visión o estrategia de largo plazo, sea de sostenibilidad o no, o cuando hay una ausencia de liderazgo en la empresa para adaptarse a las tendencias y exigencias del mercado y la sociedad. Es sintomática de una empresa más bien buscando sobrevivir y mantener en lugar de evolucionar – y ya sabemos lo que dijo Darwin: “evolucionar o morir”. Las empresas deben articular una estrategia de sostenibilidad – aunque sea como medida de supervivencia – para generar riqueza hoy y también mañana. Deben asumir el liderazgo para mantenerse relevantes y competitivos:  voltear a ver sus estados financieros y sus sistemas de información para tomar decisiones; es decir identificar los costos asociados con sus materias primas, empaques, residuos, proveedores, etc.

Un buen parámetro para entender está en el análisis que ciertas metodologías o estándares de reporteo global sobre sostenibilidad como GRI, CDP o WRI dan a las finanzas de la empresa y las ligan con las emisiones replanteando lo que entendemos por valor.

En conclusión, hacer los cambios en la cadena de suministro o en los procesos operativos o modelos de negocio implican sobre todo un reto conceptual y mental en la visión y estrategia de las empresas – pequeñas y grandes, pero es imperativo para poder mantenerse y sobresalir ante la creciente demanda por estas prácticas. Las empresas se verán cada vez más exigidas para cambiar sus proceso y modelos por la sociedad, por otras empresas y por los gobiernos. El primer paso es buscar y reconocer la necesidad de este cambio y después poner atención a las finanzas y los costos porque el potencial económico está en la eficiencia y los ahorros.